¿Estás satisfecho con lo que cobras actualmente? ¿Crees que te mereces algo más? Un estudio de CEINSA afirma que el 90 % de las empresas tienen previsto subir el sueldo de sus empleados este año. Ahora bien, ¿cómo pedir un aumento de sueldo y conseguirlo?
Dicho de otro modo, ¿cómo hacer que alguno de esos incrementos salariales sea para ti? Hay mucho de habilidad, oportunidad, rendimiento y vínculos emocionales en el proceso. Pero también de estrategia. En este artículo, te explicamos cómo intentarlo con más probabilidades de éxito.
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Los datos del último decil de salarios de empleo de la Encuesta de Población Activa (EPA) son reveladores. Publicado por el INE a finales de noviembre de 2021, arroja estas conclusiones principales:
Sin embargo, estos son datos generales. En cada caso individual, se marcan tendencias y un contexto que debes conocer. Para tu objetivo personal de mejorar tu remuneración, debes diseñar una estrategia propia y aplicarla. Infórmate y concreta aspectos claves, por ejemplo, como solicitar un aumento de salario y cada cuánto pedir un aumento de sueldo.
Respecto al tema tiempo, depende de cada situación concreta. Sin embargo, conviene dejar pasar al menos un año desde una solicitud de aumento a otra. De entrada, porque no parece serio ni es motivador hacerlo cada menos tiempo. Además, doce meses es un periodo necesario para evaluar los logros obtenidos y respaldar, argumentalmente, tu petición.
Respecto a cómo se negocia un aumento de sueldo y de qué forma plantearlo, te presentamos cinco ideas claves para conseguirlo.
Al pedir un aumento de sueldo, debes conseguir orientarlo hacia una decisión objetiva y racional, no solo emocional. Para ello, debes preparar bien tu solicitud y respaldarla con información incontestable que la sostenga.
Así, anticípate y reúne los datos que justifiquen tu solicitud. Realiza un análisis de la situación y conoce cuánto ganan las personas que desempeñan tu trabajo, dentro y fuera de tu empresa. Guarda esta información para ti; te servirá para definir qué aumento salarial es razonable. Por lo general, este no debería superar el 10 o el 20 % respecto al anterior salario, a no ser que hayan cambiado radicalmente las circunstancias.
Considera también la situación de tu empresa: ¿atraviesa una época de bonanza o está en crisis? Sé consecuente y empático con ello.
Lo principal es que cuantifiques y documentes los datos que demuestran tu implicación y rendimiento profesional. ¿Has hecho bien tu trabajo? ¿Estás siendo productivo y valioso para tu organización? Trabájalo y refléjalo con datos. Reúne y presenta, por ejemplo, estas informaciones:
Plantéate tu negociación salarial como un proyecto profesional. Compila los datos necesarios para defenderlo y, a partir de ahí, diseña tu estrategia. A la hora de comunicar, sé consecuente con este enfoque.
En consecuencia, necesitas tiempo, tranquilidad y voluntad de atención por parte de tu jefe. Así que no debes asaltarlo en un pasillo o lanzar tu deseo de una manera informal, como quien no quiere la cosa.
Al contrario: concierta formalmente una entrevista con una duración mínima de media hora. En la medida de lo posible, no anticipes el propósito. Y cuando comiences a argumentar, demuestra que no solo estás pensando en tu beneficio personal. Explica que estás comprometido con la empresa, te preocupas por su porvenir y estás decidido a seguir contribuyendo con su desarrollo y rentabilidad.
Pedir bien tu aumento de sueldo es determinante. Tan importante como tener claro qué decir y qué ideas sustentan tu solicitud es ponerlo en común con eficacia.
En primer lugar, debes elegir el momento y la situación apropiados. Ya hemos hablado de la importancia de organizar un encuentro formal: así conferirás a la situación la relevancia y seriedad que merece.
Ahora bien, ¿cómo debes comunicar y negociar un aumento de sueldo? Rigen las claves habituales de la comunicación oral persuasiva.
Debes presentarte a esta negociación con firmes convicciones, pero abierto también a acuerdos diferentes. Las retribuciones en especie son una fórmula alternativa interesante para mejorar tu salario cuando la empresa atraviesa dificultades económicas.
De hecho, el denominado salario emocional es cada vez más valorado por los empleados y los contratadores. La pandemia y sus consecuencias han contribuido a valorar estas cuestiones muy positivamente. ¿Hasta qué punto estás dispuesto a dejarte seducir por ellas?
Las llamadas remuneraciones en especie permiten alcanzar acuerdos mutuamente satisfactorios y obtener ciertas ventajas fiscales, tal como te mostramos en el vídeo a continuación:
Dentro del denominado salario emocional se incluyen aspectos no económicos que mejoran tu calidad de vida y tu satisfacción profesional.
A continuación, comentamos cuáles son los más habituales y atractivos. Antes de acudir a tu entrevista de aumento salarial, posiciónate al respecto y concreta hasta qué punto te interesa cada uno:
Es una posibilidad que no debes descartar, especialmente si tus dotes de comunicación personal no son, todavía, las idóneas. Existen otros casos, además, en los que la dificultad para quedar con el responsable invita a optar por esta fórmula.
La cuestión, si eliges esta opción, es como pedir un aumento de sueldo por escrito. Igual que la redacción de una carta de renuncia laboral tiene sus particularidades, esta finalidad también exige adecuación.
¿Cuáles son las claves y principios? Más allá de los que dicta el sentido común —por ejemplo, que no es apropiado en una empresa pequeña o familiar—, los siguientes:
Al negociar un acuerdo, la posición de ventaja la tiene siempre quien dispone de un plan B. Si tienes la posibilidad de cambiar de empresa, tu posición de fuerza será mucho mayor. Podrás plantear a tu superior esa oferta alternativa y hacerle saber que vas en serio. Eso sí, no vayas de farol. Úsalo solo si estás dispuesto, realmente, a marcharte.
¿Sabes que los profesionales que cambian de empresa aumentan sus ingresos en un 7,3 % de media? El promedio en los que se quedan en su misma compañía es del 3 %. Así que no descartes esta opción como vía para incrementar tu sueldo.
Verdaderamente, tu capacidad de negociación está condicionada siempre por la denominada alternativa mejor al acuerdo negociado (AMAN). Asimismo, esa posición de fuerza depende sobre todo de lo que estás aportando a la empresa. Si tu talento está siendo clave, y puedes reflejarlo, tendrás más posibilidades de mejorar tu salario.
Si eres fácilmente prescindible, estarás en una posición de desventaja. Esto no significa que debas renunciar a negociar un incremento del salario. Pero debes tenerlo muy presente al plantear tu estrategia y aplicarla.
¿Estás dispuesto a abandonar tu zona de confort? Esto significa no temer cambiar de empresa y coger el toro por los cuernos para reclamar lo que mereces. Si eres un talento productivo para tu organización, difícilmente desearán desprenderse de tus prestaciones.
Como hemos comentado en este artículo, la preparación es fundamental para lograr tu objetivo. Reúne la información adecuada y crea una argumentación irrechazable, consistente. Comunica de forma asertiva, abriendo puertas al entendimiento y apuntando al corazón de modo positivo. Considera la posibilidad de aceptar remuneraciones en especie y ten clara tu postura antes de la negociación. Valora la posibilidad de comunicar tu demanda por escrito y, sobre todo, ten una alternativa preparada por si no llega el acuerdo.
Ahora que ya sabes cómo pedir un aumento de sueldo, analiza las circunstancias y toma la decisión adecuada. Si realmente lo mereces, tu solicitud será reconocida. En tu empresa actual o en otra diferente, lo marcarán las circunstancias.
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