¿Cuál es el estado actual de la producción de aceite de oliva en España y cómo ha evolucionado en los últimos años?
España sigue siendo el mayor productor mundial de aceite de oliva, generando más del 40% del total global. Sin embargo, en los últimos años, la producción ha enfrentado desafíos significativos debido a la sequía extrema y el cambio climático, que han reducido considerablemente los rendimientos en regiones clave como Andalucía.
La cosecha 2022-2023 fue una de las más bajas en décadas, con una producción estimada en torno a 680,000 toneladas, en comparación con el promedio habitual de más de 1.3 millones de toneladas. Para este 2025 hay grandes expectativas en que será una gran cosecha lo que esperemos que repercuta en la mejora del precio y se pueda ver conforme avance el año.
¿Cómo está afectando la fluctuación de los precios internacionales a los pequeños y grandes productores de aceite españoles?
Las fluctuaciones en los precios internacionales del aceite de oliva tienen un impacto significativo en los productores españoles, especialmente en regiones como Andalucía, donde la producción de este producto es una actividad económica clave.
Estas variaciones pueden afectar tanto la rentabilidad de las explotaciones como la estabilidad del mercado interno. La volatilidad de los precios internacionales está afectando de manera desigual a pequeños y grandes productores.
Los grandes productores y cooperativas, aunque son más resilientes, también están expuestos, especialmente si tienen contratos de exportación fijados antes de los incrementos recientes en los precios. Algunos están optando por almacenar aceite para venderlo cuando el precio sea más favorable.
Los pequeños productores sufren más por la incertidumbre, ya que dependen de precios estables para cubrir los costes de producción, que han aumentado debido al alza en los precios de insumos agrícolas como fertilizantes y energía.
¿Qué papel juega la innovación tecnológica en la mejora de los procesos de producción y en la sostenibilidad del sector del aceite?
Desde mi experiencia, con empresas del sector he visto a lo largo de los años una inversión muy fuerte en la profesionalización de su personal y a nivel industrial.
Se opta por la digitalización, el análisis de datos para rentabilizar y optimizar las producciones, reducir las mermas y ser más eficientes.
Se aplican metodologías típicas de otras industrias como la automoción, que fue pionera en procesos de mejora continua y que ya han llegado al sector siendo muy potentes en este sentido, y muy conscientes de que su evolución y crecimiento vendrá por la inversión en estas áreas.
¿Qué tipos de empleo predominan en la industria del aceite en España, y cuáles son las habilidades que más demandan tus clientes en el sector actualmente?
Por la profesionalización de los organigramas y por las estrategias que se están tomando en digitalización de las compañías, así como por la necesidad de optimizar los procesos productivos, en los últimos tiempos se está apostando por perfiles técnicos que puedan aportar toda su experiencia en la optimización de dichos procesos.
Por otro lado, también se invierte en la posibilidad de obtener datos de forma rápida para analizarlos constantemente, en crear una estructura que lleve a la empresa al siguiente nivel, que es adecuarse a una producción que, sin dejar de lado la mano de obra, que sigue siendo importantísima, les permita ser más ágiles y facilitarles el trabajo a su personal de producción.