¿Estás en búsqueda activa de empleo? Hoy en día, los procesos de selección de personal están cambiando. La tecnología está influyendo mucho y, por ello, necesitas aprender a desenvolverte en los canales de comunicación alternativos. Entre estos, la entrevista telefónica de trabajo es cada vez más habitual. ¿Estás preparado para triunfar en ella?

Según un estudio de TechUk, el 58 % de las personas quieren potenciar el desarrollo de sus habilidades digitales. En muchos casos, desean tener acceso a un mejor trabajo o ampliar las posibilidades de ser los elegidos. Pero ¿se incluye el contacto por teléfono en este escenario? Has de saber que se está convirtiendo en una herramienta preferente durante el proceso de entrevistas a candidatos para un puesto de trabajo. Te hace falta, por lo tanto, desenvolverte bien en esta clase de comunicaciones.
Hay otro estudio estadounidense interesante, esta vez del Banco de la Reserva Federal de Boston. Sus resultados constataron que los trabajadores con más de seis meses sin empleo tienen más difícil salir de esta situación. Es decir, cuando caes en el desempleo, debes manejarte con prontitud y tino.
Por último, los datos de Zety reflejan que se han de enviar entre 30 y 50 currículos antes de ser contratados. Fíjate en estos datos promedio, ciertamente reveladores:
Cuando este proceso incluye una entrevista telefónica, la falta de costumbre y de preparación específica suelen reducir estos porcentajes. Es cierto que todos estamos acostumbrados a hablar por teléfono. Pero ¿realmente somos capaces de persuadir y entusiasmar a nuestros interlocutores en una entrevista de trabajo?
Aunque todos hablamos por teléfono de forma recurrente, no estamos habituados a hacerlo con la presión y la exigencia de una entrevista de trabajo.
En la mayoría de los casos, la llamada telefónica se convierte en el filtro previo a una entrevista personal. A través de ella, identifican y descartan con agilidad a los candidatos que no se ajustan al perfil buscado.
Suelen ser conversaciones cortas, de entre cinco y diez minutos. Se concentran, sobre todo, en el análisis del currículo y los contenidos incluidos en él. Tienen, casi siempre, una finalidad muy clara: confirmar la idoneidad del candidato.
No minusvalores su importancia, pues es clave para que continúes o no en el proceso. En este sentido, se convierte en tu primera oportunidad para seducir a la empresa en la que aspiras a trabajar.
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No nos parece tan importante hablar de las ventajas e inconvenientes de esta clase de comunicación, lo verdaderamente relevante es conocer sus características particulares. De tu preparación y tu actitud depende convertir en positivos o negativos estos rasgos. Tienes que adaptarte a su naturaleza para brillar y expresar todo tu potencial.
Ten muy en cuenta estos factores:
Albert Mehrabian, profesor de la Universidad de California, es el autor de un estudio mítico sobre la comunicación personal. Su trabajo le permitió formular, en 1967, la famosa y utilísima regla 55-38-7 sobre la importancia del lenguaje no verbal:
Si trasladamos estas conclusiones al caso concreto que nos ocupa, la selección de personal por teléfono, el dato impacta. Tienes que alcanzar el éxito comunicacional con un 45 % de los recursos, porque el lenguaje del cuerpo desaparece del espectro de influencia. Tu voz es, por tanto, decisiva.
Para triunfar en las conversaciones telefónicas, como en cualquier otra comunicación, la preparación y la voz son claves.
En toda comunicación oral, la voz es el instrumento por excelencia, el que define nuestra personalidad y refuerza lo que decimos. Es un elemento de impacto, influencia y poder que debe reflejar seguridad, confianza y entusiasmo.
Sin embargo, hay dos cuestiones previas que debes valorar:
En una entrevista telefónica de trabajo va a ser el factor clave. No es tan importante qué decimos, sino cómo lo decimos. Y, tal y como acabamos de explicar, la intencionalidad es prioritaria. Tu estado de ánimo y tu convencimiento interior han de sostener tu discurso conversacional. Recuerda que la voz siempre matiza las palabras con tus emociones, y estas son las que llegan, o no, al corazón ajeno.
Factores con el tono, el volumen, la intensidad y la respiración se pueden trabajar para potenciar tu comunicación telefónica. También el contenido de tus mensajes, del que hablaremos enseguida. Pero lo principal es de qué forma te sientes ante esa puesta en común de información. Trabaja desde tu interior y transmitirás la energía positiva necesaria.
Recuerda, las llamadas telefónicas llegan cuando llegan. Lo normal es que no sepas que te telefonean los reclutadores hasta que sea demasiado tarde y se hayan presentado. Así que, si estás inmerso en un proceso de selección, contesta a cualquier llamada siempre con amabilidad, disponibilidad y elegancia. Quizás sean ellos.
Además de este consejo, conviene aplicar otras medidas y hábitos que te ayudarán a aumentar tus posibilidades de éxito:
Muéstrate natural y sé tú mismo al hablar por teléfono con tu reclutador. Si te has preparado bien previamente, mostrarás la mejor versión de ti mismo.
Enumeramos a continuación algunas preguntas habituales que recibirás en estas entrevistas telefónicas. Pueden planteártelas de usted o con tuteo. Salvo que te pidan explícitamente lo contrario, es mejor que trates de usted a la otra parte. Es el momento del respeto antes que el de la confianza.
No vale improvisar, tienes que haber preparado esta respuesta. Sé mesurado y sincero, sin alardear innecesariamente, pero menciona y explica tu valía con honestidad. Destaca lo más valioso para ese puesto de trabajo. Haber investigado a la empresa previamente te guiará también a la hora de filtrar qué atributos te conviene destacar de tu persona.
Refuerza la idea de que cualquier experiencia formativa aporta valor y que, en tu caso, la has aprovechado. Si dejaste a medias unos estudios universitarios, enfócalo como una prueba de carácter al darte cuenta de que eso no era lo tuyo. Considera, también, que las preguntas sobre tus preferencias buscan medir tu coherencia con el puesto de trabajo que demandas. Si destacas la literatura, el arte o la biología en una selección de un puesto de contabilidad o dirección financiera, no parecerás muy indicado.
Escuchar bien las preguntas es esencial antes de decidir la respuesta.
Sé sincero, básate en lo que ocurrió. La flexibilidad es un valor en alza, y todos sabemos que estas cosas pasan. Es importante, sin embargo, que hayas preparado esta respuesta: improvisar puede hacerte decir cosas impertinentes. Si hablas mal de tus anteriores empleadores, estás reflejando que también podrás hacerlo sobre ellos. Así que jamás critiques a tus anteriores jefes o compañeros. Termina tu alocución con lo bueno o positivo que aprendiste de esa situación.
Nunca hables mal de tus jefes o compañeros anteriores. ¿Contratarías tú a alguien que critica a las personas que han sido importantes en su vida?
Hay algo de trampa en estas preguntas de índole personal. No interesa tanto el contenido de la respuesta como la capacidad de sobreponerse a una situación inesperada. Suelen plantearlas a bocajarro para cambiar el ritmo y medir cómo reaccionas. Contesta con tranquilidad, en modo positivo. Insistimos, no es tan importante lo que cuentas como el modo en que te desenvuelves.
De nuevo, una respuesta que exige haberla preparado antes. La información que has reunido te permitirá encontrar el nexo entre su forma de trabajar y tu estilo personal. Expresa tu interés sincero por incorporarte, en términos de «gano-ganas». De modo sutil, demuestra que sabes de lo que hablas y eres un candidato preparado para desenvolverte en ella y aportar valor.
Las empresas valoran mucho la movilidad geográfica, por lo que es un factor positivo en tu candidatura. Ahora bien, si no es factible en tu caso, debes ser sincero. Aclara, eso sí, por qué circunstancias concretas no podrías hacerlo.
El contenido de una entrevista telefónica de trabajo apenas difiere del de cualquier otra, por ejemplo una entrevista online. Es el contexto, la situación física y la ausencia de lenguaje corporal los factores que condicionan esta comunicación. Prepárala a fondo, cuida tu estado de ánimo y canaliza en tu voz, y en tus palabras, todos tus valores diferenciales.