¿Cuál es el mayor reto que enfrentan hoy los hoteles a la hora de captar talento cualificado?
El mayor reto al que nos enfrentamos es, sin duda, volver a poner a las personas en el centro. En hotelería, las personas no son solo una parte del servicio: son el servicio. Se trata de una industria basada en las experiencias, y quienes las generan son los profesionales que están en contacto directo con el cliente. Por eso, debemos hacer un cambio profundo de mentalidad en cuanto a la forma en la que se gestiona el talento.
Es prioritario ofrecer condiciones laborales más humanas: turnos amables, respeto por las horas de descanso, salarios competitivos y un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal. Además, es necesario romper con la imagen que arrastra el sector desde hace años, acentuada tras la pandemia, de que la hostelería es precaria e inestable. Eso ha hecho que muchas personas hayan salido del sector y que nuevas generaciones no lo vean como una opción atractiva.
Para revertir esta situación, es imprescindible que cada hotel, ya sea independiente o parte de una cadena, trabaje en políticas de atracción y fidelización que incluyan planes de carrera, formación continua, programas de bienestar y una cultura de empresa alineada con los valores actuales del mercado laboral. Hoy, más que nunca, debemos volver a enamorar a nuevas generaciones con un sector que, hasta hace poco, se vivía con pasión y vocación.
¿Qué canales o estrategias están siendo más eficaces actualmente para atraer candidatos en el sector hotelero?
Uno de los elementos clave es trabajar de manera constante en la marca empleadora: no solo tenerla, sino saber comunicarla. En ISPROX, acompañamos a nuestros clientes ayudándoles a construir y proyectar esa imagen como empleadores atractivos, lo que hoy en día es esencial para atraer perfiles cualificados.
También cuidamos especialmente la experiencia del candidato. Desde el primer contacto, buscamos que el proceso de selección sea transparente, respetuoso y positivo. Esto no solo mejora la percepción de la empresa, sino que aumenta significativamente las posibilidades de éxito en la incorporación.
En cuanto a los canales, cada proceso debe ser tratado como único. Analizamos las necesidades del perfil a captar y definimos la estrategia más adecuada, combinando portales generalistas y especializados, escuelas de formación profesional, universidades y escuelas de negocio. También trabajamos con redes de contactos locales, algo fundamental cuando se trata de hoteles situados fuera de grandes núcleos urbanos.
Conocer el mercado laboral de la zona y entender bien el contexto del cliente nos permite acceder a talento más alineado con la cultura de cada establecimiento.
¿Qué tan importante es la marca empleadora en el sector hotelero? ¿Qué acciones concretas pueden hacer los hoteles para mejorar su atractivo como empleadores?
La marca empleadora se ha convertido en un factor diferencial para captar talento. En un contexto donde la demanda de profesionales cualificados supera la oferta, que una persona perciba a un hotel como un buen lugar para trabajar puede marcar la diferencia entre atraer o perder a ese candidato.
Para mejorar su atractivo, los hoteles deben trabajar en varios ejes. Primero, la reputación interna y externa, que incluye la satisfacción de los empleados actuales, la calidad del ambiente laboral, y cómo se percibe la empresa en el sector. Segundo, una propuesta de valor clara y coherente, que combine salario, beneficios, oportunidades de desarrollo y un propósito inspirador.
Por último, cuidar la experiencia del empleado desde el momento en que aplica, durante su onboarding, y a lo largo de su recorrido en la empresa. Para ello es esencial tener un liderazgo cercano, realizar encuestas de satisfacción, dar seguimiento individualizado y fomentar una cultura de escucha activa.
Cuando todo esto se comunica de forma transparente, no solo se logra atraer al mejor talento, sino que se fideliza y se reduce la rotación, con el consiguiente ahorro en costes de selección y formación.