Sandra, ¿qué te atrajo del sector logístico y qué te llevó a especializarte en la selección de talento para este ámbito?
Más allá de su dinamismo y complejidad operativa, lo que realmente me atrajo del sector logístico fue el entorno humano que descubrí en mi primer contacto profesional. Desde mis inicios, me encontré con equipos comprometidos, entornos colaborativos y una forma de trabajar donde la cercanía y el compañerismo son esenciales, incluso bajo presión. Me sentí cómoda, segura y parte de algo más grande desde el primer día, y esa sensación de pertenencia marcó profundamente mi forma de entender el trabajo.
Con el tiempo, especializarme en la selección de talento para este ámbito fue una evolución natural. Conozco bien sus retos, sus ritmos y, sobre todo, qué tipo de personas encajan de verdad, tanto a nivel técnico como humano. Acompañar a las empresas en la búsqueda de profesionales con actitud, compromiso y valores alineados es, para mí, una manera de devolver al sector todo lo que me ha aportado y seguir contribuyendo a su crecimiento desde un lugar que me apasiona.
¿Cuáles son los perfiles más demandados actualmente en el sector logístico y por qué crees que están cobrando tanta relevancia?
Los perfiles más demandados actualmente son los técnicos: planificadores de operaciones y mejora continua, responsables de almacén con manejo de herramientas digitales y perfiles especializados en última milla y e-commerce. A medida que la digitalización y la sostenibilidad toman protagonismo, también crece la necesidad de perfiles híbridos, con conocimientos tanto operativos como tecnológicos, como analistas de datos logísticos o expertos en gestión de flotas inteligentes.
Estos perfiles están ganando relevancia porque la logística ya no es solo un área de soporte, sino una parte fundamental de la experiencia del cliente. La rapidez, la trazabilidad y la eficiencia energética son ahora diferenciadores clave, y eso exige un talento cada vez más especializado y polivalente.
La logística ha cambiado mucho en los últimos años, ¿cómo ha impactado esa transformación en los procesos de selección?
La transformación digital, la automatización de procesos y el auge del e-commerce han elevado los estándares en los procesos de selección. Ya no basta con identificar experiencia previa: ahora es crucial valorar la adaptabilidad del candidato, su capacidad para trabajar con tecnologías emergentes y su disposición al aprendizaje continuo.
Desde ISPROX hemos adaptado nuestros procesos incorporando evaluaciones más completas, que analizan tanto las competencias técnicas como las soft skills. También apostamos por entrevistas por competencias, simulaciones situacionales y herramientas digitales que nos permiten ser más ágiles, pero sin perder el enfoque humano y personalizado que nos caracteriza.
¿Qué habilidades blandas consideras fundamentales para trabajar en logística hoy en día?
Resiliencia, capacidad organizativa y liderazgo son imprescindibles. En logística, los imprevistos forman parte del día a día, y saber mantener la calma y tomar decisiones rápidas marca la diferencia. También es clave la comunicación efectiva, tanto para coordinar equipos como para interactuar con clientes y proveedores en entornos de alta presión.
Además, destaco la proactividad y la orientación a resultados. Los profesionales logísticos deben ir un paso más allá, anticiparse y proponer mejoras constantes. Son competencias que no siempre aparecen en el CV, pero que marcan el éxito en el puesto.